Hasta no hace muchos años, al pasar por la calle Mayor, nos encontrábamos con un establecimiento único en el pueblo: un pequeño comercio en forma de colmado que ofrecía una gran variedad de productos a todo aquel que se acercara.
Es por esto por lo que la gran puerta de entrada a la antigua Casa Mora era un lugar muy transitado a lo largo del año por parte de muchos vecinos de La Puebla de Fantova, quienes a menudo venían preguntado por cualquier producto que pudieran necesitar en sus casas.
Tras cruzar dicha puerta y habiendo accedido al patio de la casa, encontramos en una puerta a mano izquierda la nombrada tienda, donde sus propietarios estaban siempre disponibles a atender a todo cliente.
ORIGEN:
La tienda de Casa Mora la inauguró Francisco Español, que a pesar de no ser descendiente de la casa, se convirtió en propietario tras su matrimonio con Patrocinio Olivar. La fecha de inauguración no se conoce exactamente pero sí podemos explicar su evolución:
Francisco fue a la guerra civil entre los años 1936 y 1939, al regresar a casa y con toda la miseria de la posguerra, se vio obligado a buscar otras fuentes de ingresos fuera de Casa Mora, aunque siempre con el objetivo de volver. Una vez de vuelta fue cuando fundó la tienda que perduraría hasta el año 1996.
Sin embargo, Francisco no fue siempre el propietario, también lo fue su hija Carmen Español, que recibió la tienda, manteniéndola e incluso añadiendo nuevos elementos (como la cámara frigorífica).
FUNCIONAMIENTO DE LA TIENDA:
Durante toda su existencia, la tienda de Casa Mora ofrecía los productos básicos que toda casa necesitaba, desde alimentos de toda clase (carnes de producción propia, pescados, conservas, legumbres…), hasta piensos para animales, productos de mercería o productos de limpieza.
Dados los tiempos, no había proveedores, por lo que era necesario ir en busca de los productos a otras localidades: Inicialmente a Graus, donde se compraban en establecimientos como Casa Samblancat, Casa Pueyo o Casa David; y más tarde, en plataformas mayores como el ifa en Barbastro y Lérida. También compraban piensos para los animales en Fraga.
Por otro lado, y no menos importante, en Casa Mora había otro pequeño comercio que, pese al gran esfuerzo que conllevaba su funcionamiento, fue muy importante para los vecinos de La Puebla de Fantova y de los pueblos de alrededor, la panadería.
El funcionamiento de la panadería era paralelo al de la tienda: Por la noche, Carmen y el primero panadero y luego dueño Elías, dejaban todo listo para hornear temprano la mañana siguiente, vendiendo todo lo que elaboraban en el todavía existente horno en la misma panadería (que se encuentra en otra sala diferente a la tienda, entrando al patio, de frente). Además, una vez llegaron los primeros motores a la puebla, Elías empezó a repartir el pan que él mismo elaboraba por pueblos como Troncedo, Panillo, Torre de Obato o Ejep, donde también hizo durante unos años el transporte escolar (a parte del de la puebla). Los pueblos más cercanos (Abenozas, Centenera, Bafaluy, Erdao, Coll de Oliva…), venían ellos a por el pan, no había reparto.
DISTRIBUCIÓN DE LA TIENDA:
Como se ha explicado anteriormente, a la tienda se accedía por la puerta grande de la antigua Casa Mora en la Calle Mayor, una vez se accedía al patio, a mano izquierda, ahí estaba la tienda.
Externamente, había un pequeño mostrador en la ventana que da a la calle (frente a la puerta de Casa Clavería), en el que se colocaban productos como calcetines, medias y otros productos de mercería.
Una vez dentro, justo de frente se encuentra el mostrador donde las mujeres de Casa Mora atendían a quién venía, detrás del mismo, en una estantería, había toda clase de conservas y enlatados, además de unos cajones donde se encontraban clasificados los hilos; para completar la pared del fondo, cuando ya llevaba unos años abierta la tienda se instaló una cámara frigorífica, donde guardaban todo aquello que necesitaba frío para conservarse.
En la pared lateral que da a la calle, además del mostrador, había unos cajones de madera que contenían toda clase de legumbres, arroz, azúcar, …
Al lado izquierdo de la puerta encontramos una antigua báscula para pesar todos los productos y al lado derecho de la puerta una gran estantería que contenía todos los productos de limpieza (detergentes, jabones, lejías…).
CIERRE DE LA TIENDA:
La tienda se cerró el año 1996 cuando la familia de Casa Mora se trasladó a su nuevo emplazamiento.
Texto escrito por Héctor Puyal, quien entrevistó a sus abuelos, dueños de la tienda, para no dejar nada importante en el tintero.